En 1957 nuestro abuelo Conrado empezó a fabricarse sus propias colmenas con mucha paciencia y fue instalándolas en un colmenar ubicado en la Sierra de Tardienta, colmenar que todavía mantenemos .
Hasta que en los 70 su hijo Ángel fue ampliando el número de colmenas y utilizando nuevos asentamientos en pueblos limítrofes. También comenzó a transportar las colmenas en épocas de sequía buscando otras floraciones.
Durante décadas nuestra miel ha sido conocida en las zonas cercanas y como productores hemos vendido nuestro producto en el domicilio familiar.
Ahora ya la tercera generación y ante la demanda creciente de miel directa del apicultor hemos dado el paso a crear nuestra propia marca "Flor de Aragón" para llegar a más consumidores y que puedan apreciar la calidad de nuestra miel.